Si eres tan "viejo" como yo seguro que el PAC-MAN te traerá dulces recuerdos de niñez. Yo lo tengo en la memoria, y con mucho cariño, mi amarilla maquinita de este mítico videojuego creado por Toru Iwatani. La idea se hacía realidad con el lanzamiento por parte de NAMCO en mayo de 1980. Por cierto en España lo llamábamos el "comecocos".
Cuando vi la oportunidad de tener un buen recuerdo del juego, no me lo pensé dos veces antes de pedirle a LEGO su particular adaptación de la mítica máquina recreativa. Por que, seamos claros, en los salones de videojuegos de los 80 el PAC-MAN tenía su sitio bien asentado. Es más, en Amazon puedes encontrar una recreación a tamaño real de esa recreativa.
El resultado final del montaje supone tener a la vista un bloque de unos 40 cm de alto, por casi 23 cm de ancho y 17 cm de profundidad. En la parte central se emula la pantalla del juego, con sus laberintos y bolas de energía, los fantasmas y PAC-MAN por ahí perdidos. En el margen superior tienes un marcador movible con varias puntuaciones a fijar.
Este video juegos nos pone en manos del "comecocos", que debe zamparse todas las bolas amarillas sin que los cuatro fantasmas lo pillen. ¿Y quienes son esos fantasmas? Pues clyde, en japonés Otoboke (お惚け, bobo); blinky, en japonés Oikake (追いかけ, cazador); pinky, en japonés Machibuse (待ち伏せ, emboscador) e inky, Kimagure (気まぐれ, caprichoso).